Tiradas del Oráculo: ¿Cómo hacerlas y leerlas?

Respira hondo. Te voy a contar algo que aprendí durante mi año sabático en 2020: las cartas no mienten, pero tampoco dictan tu destino. Son un espejo del alma, una ventana hacia esa voz interior que a veces susurra tan bajito que apenas la escuchamos entre el ruido del mundo.
Desde aquel día de 2012 cuando compré mi primer oráculo «Lo Divino Femenino» tras una ruptura que me partió en dos, he aprendido que hacer una tirada no es simplemente extraer cartas al azar. Es crear un momento sagrado de conexión contigo misma, un ritual íntimo donde el universo te habla a través de símbolos que solo tu corazón puede interpretar correctamente.
El lenguaje secreto entre el alma y las cartas
Un oráculo es mucho más que un conjunto de cartas bonitas. Es un puente entre tu consciencia y esa sabiduría ancestral que llevamos dentro. A diferencia del tarot, que sigue estructuras rígidas de 78 cartas con significados fijos, cada baraja de oráculo es un universo único creado por su autor para transmitir mensajes específicos.
Cuando sostienes un oráculo en tus manos, no estás solo tocando papel y tinta. Estás conectando con la energía de quien lo creó, con las intenciones que se vertieron en cada imagen, con la magia que surge cuando abres tu corazón a recibir orientación. Cada baraja tiene su personalidad: algunas hablan de ángeles protectores, otras de la sabiduría de la naturaleza, algunas nos conectan con arquetipos femeninos ancestrales.
Lo hermoso de los oráculos es que no necesitas ser vidente ni tener dones especiales. Solo necesitas honestidad contigo misma y la disposición de escuchar lo que tu alma ya sabe pero que la mente racional prefiere ignorar.
Preparando el espacio sagrado para tu consulta
Antes de tocar siquiera las cartas, necesitas crear ese ambiente donde lo mágico puede florecer. No se trata de montajes elaborados ni de tener todo perfecto. Se trata de intención pura.
Busca un momento del día donde puedas estar realmente presente. Yo amo las consultas al amanecer, cuando el mundo aún duerme y mi mente está libre de las preocupaciones cotidianas. Pero tu momento sagrado puede ser al atardecer, con una taza de té humeante, o incluso durante un descanso en el trabajo si necesitas claridad urgente.
Enciende una vela si puedes, o simplemente cierra los ojos unos instantes. Respira hondo. Deja que tu sistema nervioso se calme. Algunas personas prefieren limpiar energéticamente sus cartas pasándolas por humo de salvia o palo santo. Yo personalmente las sostengo entre mis manos y visualizo una luz dorada que las purifica de cualquier energía que no sea amor puro.
Tu espacio puede ser tan simple como tu cama al despertar o tan elaborado como un altar con cristales y flores. Lo que importa no son los elementos externos, sino la reverencia con la que te acercas al momento. Estás a punto de mantener una conversación sagrada contigo misma.
El arte de formular preguntas que abren puertas
Aquí es donde muchas personas se tropiezan, y lo entiendo perfectamente. Durante mis primeros años consultando las cartas, mis preguntas sonaban más a exigencias desesperadas que a peticiones sinceras de orientación.
Las mejores preguntas son como llaves que abren puertas, no como martillos que intentan derribarlas. En lugar de preguntar «¿Voy a conseguir ese trabajo?» (que limita la respuesta a un sí o no), prueba con «¿Qué necesito saber sobre esta oportunidad laboral?» o «¿Cómo puedo alinearme mejor con mi propósito profesional?»
Las cartas responden maravillosamente a preguntas que empiezan con «¿Cómo…?», «¿Qué necesito…?», «¿Cuál es la lección…?». Son invitaciones para que el universo comparta su sabiduría contigo, no intentos de controlar el futuro.
Cuando pasé por mi aborto en 2021, recuerdo que mi primer impulso fue preguntarle a mi «Oráculo de las Aguas Sanadoras»: «¿Por qué me pasó esto?». Pero mi corazón me guió hacia una pregunta más sanadora: «¿Cómo puedo honrar esta experiencia y encontrar paz en mi proceso de sanación?». La diferencia en las respuestas fue abismal.
Escucha tu corazón antes de decidir qué preguntarás. Tu intuición ya conoce la pregunta correcta.
Los diferentes formatos de tirada según tu necesidad

La carta del día: tu compañera matutina
Esta es mi práctica diaria desde hace más de una década. Cada amanecer, antes de que el mundo reclame mi atención, extraigo una sola carta preguntando: «¿Qué energía necesito abrazar hoy?» o «¿Cuál es el mensaje que mi alma necesita escuchar?».
Esta práctica me ha enseñado a sintonizar con los ritmos sutiles de mi vida interior. A veces la carta me recuerda que debo ser más compasiva conmigo misma. Otras veces me anima a tomar esa acción que he estado posponiendo. Es como tener una conversación amorosa con mi sabiduría interior cada mañana.
La tirada de dos cartas: el diálogo interno
Cuando necesito perspectiva sobre una situación, utilizo dos cartas. La primera representa «¿Dónde estoy ahora?» (mi estado actual, mi comprensión presente de la situación). La segunda responde «¿Hacia dónde me invita el universo?» (la energía o acción que necesito cultivar).
Recuerdo cuando estaba considerando dejar mi trabajo en la editorial de Florencia. La primera carta fue «Estancamiento» – mi alma reconociendo que me había quedado pequeño ese espacio que una vez me nutría. La segunda carta fue «Nuevo comienzo» – la confirmación de que era momento de regresar a Barcelona y crear algo nuevo.
La tirada de tres cartas: pasado, presente y futuro
Esta es probablemente la tirada más conocida, pero no la interpreto de manera literal. Para mí, la primera carta representa las energías o lecciones del pasado que siguen influyendo en la situación actual. La segunda carta es el momento presente, lo que está vivo ahora. La tercera carta no es una predicción fija del futuro, sino el potencial que se está gestando, la dirección hacia la que nos movemos si mantenemos la consciencia actual.
Tiradas más complejas para momentos de gran transformación
Cuando atraviesas períodos intensos de cambio, puedes crear tiradas personalizadas. Durante mi transición de regreso a Barcelona, diseñé una tirada de cinco cartas: «¿Qué dejo atrás?», «¿Qué me llevo conmigo?», «¿Cuál es mi siguiente paso?», «¿Qué apoyo necesito?», «¿Cómo puedo mantenerme centrada en el proceso?».
La danza de la intuición: cómo barajar y elegir
No existe una forma «correcta» de barajar tus cartas, pero sí existe tu forma única. Algunas personas prefieren la mezcla tradicional, otras extienden las cartas como un abanico y dejan que sus dedos sean guiados hacia una carta específica. Yo suelo sostener la baraja contra mi corazón unos momentos, respirando mi pregunta hacia las cartas, y luego mezclo hasta que siento que debo parar.
Confía en tu primera respuesta. Si una carta salta mientras mezclas, presta atención. Si sientes la urgencia de parar de mezclar en un momento específico, hazlo. Tu cuerpo y tu intuición están constantamente comunicándose contigo; solo necesitas crear el espacio interno para escucharlos.
A veces corto el mazo en tres partes y luego las vuelvo a unir. Es una forma de involucrar el cuerpo en el proceso, de hacer que la elección sea algo más que mental. Otras veces simplemente saco cartas de la parte superior del mazo ya mezclado.
Descifrando los mensajes: más allá de los libros guía

Aquí es donde la magia realmente sucede. Cuando extraes una carta, antes de correr al libro guía, observa. Respira. Siente.
¿Qué colores predominan? ¿La imagen te transmite calma o energía? ¿Hay elementos en la carta que resuenan con algo que estás viviendo? Tu primera reacción visceral a menudo contiene más sabiduría que cualquier interpretación escrita.
Recuerdo una mañana donde saqué una carta que mostraba una mujer caminando bajo la lluvia. Mi primer pensamiento fue de tristeza, pero al observar más profundamente, noté su postura erguida, su cara levantada hacia el cielo. Mi corazón entendió: a veces necesitamos dejar que la vida nos lave, que las lágrimas limpien lo que debe irse para que lo nuevo pueda florecer.
Después de este primer diálogo íntimo con la imagen, consulta el libro guía como una segunda voz, no como la autoridad final. A menudo descubro que mi interpretación inicial se enriquece con las palabras del autor, pero nunca permito que anulen mi primera comprensión intuitiva.
Resolviendo las dudas que aparecen en el camino
Un ritual sencillo para profundizar tu práctica

Te comparto un ritual que he perfeccionado a lo largo de mis años de práctica:
Antes de la tirada: Sostén las cartas en tus manos y respira tres veces profundamente. Con cada exhalación, suelta cualquier expectativa sobre lo que «deberías» recibir como respuesta.
Durante la consulta: Después de extraer la carta, cierra los ojos y permite que la primera impresión surja naturalmente. No juzgues, solo recibe.
Después de la tirada: Agradece. A las cartas, a tu intuición, al misterio que permite que esta comunicación exista. El agradecimiento mantiene abierto el canal para futuras consultas.
Para integrar el mensaje: Escribe en un diario tanto la pregunta como tu interpretación. Meses después, releer estas notas puede revelar patrones sorprendentes en tu camino de crecimiento.
Llevando la sabiduría más allá de la consulta
Una tirada de oráculo no termina cuando guardas las cartas. El verdadero trabajo comienza cuando llevas ese mensaje a tu vida cotidiana. Si la carta habló de necesitar más compasión contigo misma, ¿cómo vas a honrar eso durante el día? Si el mensaje fue sobre soltar el control, ¿dónde específicamente puedes practicar esa entrega?
A veces fotografío mi carta del día y la uso como fondo de pantalla de mi teléfono, como un recordatorio suave de la energía que quiero cultivar. Otras veces escribo una palabra clave de la carta en mi muñeca con un bolígrafo, como un tatuaje temporal de intención.
Las cartas nos ofrecen mapas, no destinos fijos. Cada consulta es una invitación a elegir conscientemente cómo queremos navegar nuestra experiencia humana.
Tu siguiente paso en este camino sagrado
Escucha tu corazón antes de decidir cómo continuar. Si aún no tienes una baraja, confía en tu primera atracción cuando veas diferentes opciones. Si ya tienes cartas pero no las has usado regularmente, considera crear una práctica matutina simple. Si ya consultas regularmente, quizás es momento de profundizar con tiradas más elaboradas o de explorar diferentes barajas que resuenen con diferentes aspectos de tu crecimiento.
Recuerda que cada vez que te sientas a consultar las cartas, estás honrando tanto tu necesidad de orientación como tu capacidad innata de recibirla. En un mundo que constantemente nos empuja hacia afuera, las cartas nos invitan a volver hacia adentro, hacia esa fuente de sabiduría que nunca nos abandona.
El oráculo no es un atajo hacia las respuestas fáciles. Es un camino hacia una relación más profunda e íntima contigo misma. Y en mi experiencia, esa es la relación más importante que cultivarás en esta vida.
Respira hondo. Tu alma ya sabe exactamente qué necesitas escuchar.

Soy Clara, apasionada del mundo oracular y exploradora del simbolismo en todas sus formas. Llevo años trabajando con distintas barajas, profundizando en su lenguaje y enseñando a usarlas como guía personal. Aquí comparto tiradas, consejos y reflexiones para que conectes con tu intuición y desveles tu futuro. Si tienes más curiosidad, tengo una página sobre mí.